viernes, 26 de septiembre de 2008

De Judas y “sábados de gloria” hace 42 años


Viejas historias..., de vivos y muertos.
Por Leonardo de la Torre y Berumen
Por varias crónicas al igual que por platicas de personas que habitaron Jerez en las últimas décadas del siglo XIX y a inicios del XX, se sabe que la actual feria de Jerez principiaba con el aún tradicional Sábado de Gloria, a hora temprana comenzaba el evento, con la colocación de los postes donde se habrían de colgar los Judas, en aquellos años era costumbre amarrar al poste infinidad de animales robados, y en grandes carteles se escribía el testamento del Judas, quien heredaba aquellos animalejos, a los ricos de Jerez, haciendo pública su correspondiente heredad, esto mismo lo confirma un anciano al hablar de las fiestas de antaño, señalando: “Desde el sábado de gloria empezaba la animación con la quema de los Judas; entonces se acostumbraba amarrar a los postes donde estaban colgados dichos judas, un buen número de animales robados, tales como perros, gatos, caballos viejos, burros, etc., y escrito en grandes carteles estaba el testamento del judas, donde heredaban aquellos animalejos a los ricos de la ciudad, nombrándole a cada uno su partecita”.

En las calles de la ciudad se veía el transitar de un sinnúmero de charros a cual más montando sus mejores corceles, pero había que admirar la elegancia de don Manuel del Hoyo, quien para esos días lucía sus mejores trajes, monturas y caballos, siendo todo un derroche de lujo, pues sus vestimentas estaban valuadas en varios miles de pesos, a este señor le seguía otro no menos apuesto charro, don Miguel Inguanzo, dueño de la hacienda de El Tesorero. A estos señores les precedieron charros de buen porte y destreza como Zenón Valdés, Daniel Salazar, considerado todo un Charro entre los señores Melquíades Guerrero, J. Praxedis García, Carlos Arellano, Baldomero Escobedo y Alberto Carrillo, quien se cuenta entre los buenos montadores antes de Bartolo del Río Lira, portador del mejor traje charro de su época, al igual de finos caballos en que montaba, no sólo en días festivos. Entre los buenos coleadores se cuentan Juan de la Torre, Rafael Graciano, Paco Aguilar y Blas Casas, muerto en una coleadura el año de 1945 por la alameda camino rancho ALFARO. Otros charros bajaban de las distintas comunidades de Jerez, entre las que se hallaban las de El Huejote, Lo de Salas y La Gavia, quienes presumían sus mejores vestimentas y destreza charra.

Las partidas de gallos se realizaban en el Teatro Hinojosa, y eran animadas por cantadoras y bailarinas jaliscienses, apostándose grandes cantidades de dinero y en su mayoría los contrincantes eran del Jaral en Guanajuato, pero los mejores gallos de Jerez eran propiedad de Higinio Escobedo, Manuel Llamas y Eulogio Inguanzo, entre otros.

Los ocho días de feria había grandes corridas de toros, poniéndose la banda en la esquina de garcia salinas y Guanajuato para recibir a los espectadores, oyéndose los pasos hasta el santuario, porque ya esta la plaza de toros recibiendo a los espectadores, las entradas por muy caras que fuesen costaban 50 centavos sombra y 25 centavos sol, llegó a torear en esta ciudad el famoso torero Ponciano Díaz y también muchísimas veces el prestigiado matador de toros Toribio Peralta, apodado “La Galusa”, abuelo que fue del profesor Toribio Peralta Gámez, quien fuera en tres ocasiones Presidente municipal de Jerez a mediados del siglo XX.

La feria de aquellos años se resume en cuatro eventos, el de los actos religiosos de la Semana Mayor, la quema de Judas, las Corridas de toros y los paseos o serenatas en el jardín con mucho orden, siendo bonito. La quema de Judas era el preámbulo de la Feria, organizado por los cantineros del pueblo y amenizándolos un típico tamborazo de aquel tiempo, poniendo fuera de ciertas cantinas tapanco para recibir el tamborazo, siendo estas: El Maguey, El Carta Blanca, El Corsario Negro, entre otras.

Estando tapizada de tapancos toda la calle de El Sol, hoy Libertad, por hallarse instaladas en esa arteria las Casas de Asignación, conocidas como Zona de Tolerancia, entre las que sobresalía la denominada “Las Olas Altas”, regenteada por la famosa “Ronca”, Rosa Flores. Sobre esto se da una idea en Recuerdos de la Feria, haciendo un recuento con Nostalgia... “El Sábado de gloria la Quema de Judas era a las 11 de la mañana, pues la música en los tapancos empezaba a las 6 de la tarde. La Gloria se habría a las once horas. La cabalgata charra era concurrida, pero muy diferente a la de hoy... (que por no ofender gran variedad de charros hacen presencia, con cachucha, pantalón de casimir y un buen par de tenis, a lo que digo que si los caballos hablaran, que cosas no dirían de estos actuales charros de a pie) y un judas que nunca faltaba era “Vidalito”, un borrachito atento y muy correcto. En la noche era la coronación de la Reina con la asistencia de todos los jerezanos, siendo uno de los actos más concurridos y elegantes de la Feria”.

Un impreso titulado Convocatorias fue dado en el mes de marzo de 1952 por la comisión de Concursos y Certámenes del Patronato de la Feria de Primavera. Esta Comisión era precedida por los Ciudadans Profesor Carlos Chávez Lira, Jesús María Valenzuela e Ingeniero Lauro Arellano T., mismo que al final del impreso anotaron el subtitulo Sábado de Gloria.- Sensacional Concurso de Tradicionales Judas, y a saber por este subtitulo invitaban igualmente a los tablajeros, cantineros, panaderos, comerciantes y a quienes lo desearan, a concursar en la tradicional quema de JUDAS para el sábado 12 de abril, concursos que se ejecutarían conforme a las siguientes bases:

Primera.- Para poder tomar parte en el concurso que se cita, los interesados deberán desde luego proceder a quedar inscritos ante el Comité de las fiestas de Primavera, indicando el número de judas que inscriban.

Segunda: La misma comisión indicará a cada quien la hora de ese día para la quema del o de los judas.

Tercera.- A la hora fijada en cada caso para la quema de los judas, la Comisión correspondiente estará presente en compañía del jurado para dar fe y fallo de la quema de los judas.

Cuarta.- Los Judas que se quemen antes de estar presente la Comisión quedarán fuera de concurso, por lo que no calificarán.

Quinta.- Su Graciosa Majestad hará entrega, en acto especial, de los valiosos premios a que se hayan hecho acreedoras las personas por la quema de sus judas, tomando las consideraciones que se han hecho en años anteriores.

Sexta.- Queda prohibido hacer alusiones personales en los judas, ya que provocaría descontento entre los afectados.

La Comisión al final del impreso daba una nota aclaratoria, y a saber era así: “los premios que en trofeos y diplomas distribuya su GRACIOSA MAJESTAD DE LAS FIESTAS DE PRIMAVERA, a los concursantes que triunfen en los diversos concursos, serán oportunamente dados a conocer al público”.

En 1962 la feria de primavera se realizó del 21 de abril al 5 de mayo, concluyendo con un programa especial para celebrar la ceremonia del primer centenario del 5 de mayo, día en que se recuerda la batalla de Puebla, pero esta fiesta comenzó a las once horas del sábado 21 con el concurso y quema de Judas, patrocinada por Casa Madero, inaugurando a esta misma hora las fuentes del jardín principal, según lo indica el programa de feria.

Del 13 al 21 de abril de 1963 se efectuó la feria de primavera, iniciando a las once horas con el concurso y quema de Judas, patrocinados por Casa Madero, S. A., misma casa que al año siguiente habría de patrocinar dicho evento, a la misma hora, pero del día sábado 28 de marzo, para concluir con los eventos el 6 de abril de 1964.

El 17 de abril de 1965 se dio inició a la tradicional feria de Jerez, con el Concurso y quema de Judas, para cuyo concurso fue nombrado el día anterior como Juez Responsable don Jesús Félix Valdés, y a este le fueron nombrados el día de su nombramiento como auxiliares los Ciudadanos Profesor Samuel Esquivel Núñez y J. Jesús de la Torre S., quienes se presentaron a las 12 horas del día 17 de abril de 1965, acordando otorgar el primer premio al señor Jesús María Rivera propietario de la Cantina El Tigre Negro, cuyo judas por su originalidad y presentación mereció el primer premio. El Segundo lugar fue para el Judas de El Águila de Oro por la caracterización del personaje que representaba. El tercer lugar fue para el taller de Cerrajería del señor Salvador Acuña. Dicho premio fue entregado en la primera quincena del mes de mayo, según oficio de notificación, fechado en 7 de mayo de 1965.

Del 9 al 18 de abril de 1966 se llevó a cabo la feria de Primavera, iniciando a las diez horas con la cabalgata charra, a la que le siguió a las once horas el Concurso y quema de Judas, patrocinados por “Casa Madero”.

El año de 1967 los eventos de feria se efectuaron del 25 de marzo al 3 de abril, cuyo primer día de feria dio inició a las diez de la mañana con la Cabalgata Charra, a cuyo acto presidió el Concurso y Quema de Judas, patrocinado por Casa Madero, S. A. Y el 23 de marzo fueron nombrados Jueces del Concurso, los Ciudadanos Profesor Enrique Caldera Montoya, J. Jesús de la Torre Sánchez, J. Jesús Félix, mismo concurso que en su organización estaba a cargo de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material, pero bajo la responsabilidad de los señores J. Trinidad Escobedo, J. Refugio Caldera y José Acuña Berumen, y dicho recorrido se iniciaría a partir de las nueve de la mañana.

Del 28 de marzo al 6 de abril se desarrollaron las fiestas de Primavera el año de 1970, dando inició a las once horas del sábado con la tradicional cabalgata charra, a la que siguió alrededor de las doce horas la quema de Judas, organizada por la Unión de Propietarios de Cantinas. Del 1 al 10 de abril de 1972 se efectuó la suntuosa feria de Primavera, la cual inició a las diez horas con la cabalgata charra, misma a la que siguió la quema de Judas, organizada por la Unión de Comerciantes de Vinos y Licores.

El año de 1974 se celebró la suntuosa Feria de Primavera del sábado 13 al lunes 22 de abril, dando inició con la Cabalgata charra a las diez de la mañana, y a las doce del día inició la quema de Judas, organizada por la Unión de Comerciantes en Vinos y Licores.

El 10 de abril de 1982 se desarrolló el acto de quema de judas, una de las tradiciones más añejas y originales de los festejos de feria, tradicional a ese evento a sido también la cabalgata charra, iniciadora del programa de feria, que la Asociación de charros de Jerez, ha desempeñado siempre con tanto éxito. En 1982 el señor Práxedis García Muñoz presidía la Asociación de Charros de Jerez, A. C., y el 2 de marzo de 1982 se le otorgó la facultad para que él, o la comisión que designara entre sus agremiados, sirviera de Jurado Calificador de los Judas expuestos.
En 1988 la feria de Primavera se llevó a cabo del 2 al 11 de abril, iniciando a las doce horas con la cabalgata charra, y a la siguiente hora comenzó la quema de Judas por toda la calle Suave Patria. Estos datos se insertaron en el programa de Feria, pero en un programa de mano, encontramos que a las diez de la mañana darían inicio los eventos de feria con la cabalgata charra y a las 13 horas seria la tradicional Quema de Judas, organizada por la Unión de comerciantes en Vinos y Licores.

Del 14 al 23 de abril de 1990 se realizó la feria de primavera, iniciando a las once horas con la cabalgata charra, por las principales calle de la ciudad, seguida a las trece horas por la tradicional quema de Judas, organizada por la Unión de Comerciantes en Vinos y Licores. El año de 1991 se llevó a cabo el Concurso Típico de Judas por el Patronato de la Feria de Primavera en Coordinación con la Delegación de Turismo, con el propósito de seguir conservando las bellas tradiciones del pueblo, permitiéndose convocar el mes de febrero a todos los propietarios de comercios para que participaran en dicho Concurso, bajo las siguientes bases:

I.- DE LOS PARTICIPANTES.- Podrán participar todos los comerciantes establecidos en cualquier giro, cuyos negocios se encuentren ubicados en las calles: Suave Patria, García Salinas, Libertad y las Adyacentes.

II.- INSCRIPCIONES.- Podrán inscribirse EN EL Patronato de la Feria o en las Oficinas de la Delegación de Turismo, desde el momento de la publicación de la presente, hasta 24 horas antes.- Con el siguiente horario: de 9:00 a 15:00 y de 17:00 a 19:00 horas, en días hábiles.

III.- CATEGORÍAS.- Habrá una sola categoría, pero están en libertad de presentar 1, 2 o 3 ejemplares.

IV.- REQUISITOS.-
a) Que los Judas no estén elaborados o contengan en su manufactura, cinchos u objetos punzocortantes, que puedan causar graves accidentes.
b) No deben llevar cohetones o cosas semejantes que causen pánico entre el público en general, pudiendo llevar ristrillas y chilladores pequeños.
c) De ser posible instalar un templete o tapanco para los músicos.

V.- PREMIOS.- Se premiarán los 6 mejores trabajos, de acuerdo al mensaje o la caracterización de personajes populares de la ciudad.
a).- PRIMER LUGAR $300.000.00
b).- SEGUNDO LUGAR $200.000.00
c).- TERCER LUGAR $100.000.00
d).- CUARTO LUGAR Caja de Vinos.
e).- QUINTO LUGAR Caja de Vinos.
f).- SEXTO LUGAR Caja de Vinos.

VI.- JUECES.- Los Jueces serán nombrados por los organizadores y su fallo será inapelable, una vez dado éste, se quemaran los judas a partir de las 13:00 horas.

VII.- TRANSITORIOS.- Los puntos no previstos en la presente CONVOCATORIA, serán resueltos por la comisión organizadora.

En 1993 la feria de primavera se efectuó del 10 al 19 de abril, iniciando a las once horas con la cabalgata charra, y a las trece horas se efectuó la quema de Judas.

El año de 1994 obtuvo el primer lugar en el concurso de Judas, el señor don Francisco Félix Muñetón, y la persona que más veces a ganado dicho Concurso ha sido don Jesús Acuña Estrada, propietario del Bar “Lienzo Charro”.

Del 15 al 24 de abril de 1995 se efectuó la Feria de Primavera Jerez, dando inició a las once horas con la ya tradicional cabalgata, siguiéndole la también tradicional quema de Judas a la una de la tarde del sábado 15 de abril.

Alguien bajo el seudónimo de MAM en el número 2 de la publicación mensual titulada ESCRIBA, del mes de abril de 1997, registró sobre el sábado de gloria lo siguiente: “cerca de la una y media del Sábado de Gloria estallo la fiesta pagana y tronaron los cuetes. Y los caballos, bailadores y pajareros y alegórico, fueron en carrera hasta los muñecos buscando la victoria. Y aunque muchos no lo crean así ocurrió: la hermosa artística y bizarra imagen de los altivos y orgullosos y gustadores jinetes jerezanos y de sus caballos pajareros y alegóricos y bailadores, que desde fines del siglo XVIII revive cada año en Jerez, se fue 1997 con todo su esplendor por todo México y por todo el mundo. Gracias al conjuro mágico de la televisión”.

La feria de primavera 1998, se efectuó del sábado 11 al lunes 20 de abril, iniciando la tradicional cabalgata charra a las once horas, y a las doce horas se realizó la quema de Judas frente a bares y expendios de licores, bajo la organización de la unión de Comerciantes en Vinos y Licores.

La feria de primavera 1999, inició el sábado 3 de abril y concluyó el lunes 12, teniendo como primer evento la tradicional carrera pedestre, misma a la que siguió el encendido del fuego simbólico, a las once, hora en que dio inicio la Cabalgata charra, a la cual le siguió la ya tan acostumbrada quema de Judas, esto a las doce del día, frente a bares y expendios de licores, organizada por la Unión de Cantineros y Expendedores de Vinos, y Casa Pedro Domecq.

En el año 2000 se efectuó la última feria del siglo, del 22 de abril al 1 de mayo, iniciando con la apertura oficial de la feria, teniendo como primer evento la carrera pedestre, misma que se efectuó a las diez de la mañana, para proseguir a las once y media con el encendido del fuego simbólico, al cual le siguió a las doce horas la tradicional Cabalgata charra, y a esta alrededor de las trece horas le siguió la quema de Judas, frente a bares, expendios de licores y comercios, organizada por la Unión de Cantineros, Expendedores de Vinos y Licores y Casa Domecq.

El año 2001 la feria de Jerez fue efectuada del 14 al 23 de abril, iniciando a la misma hora con el mismo evento inicial del año 2000, para proseguir con el encendido del fuego simbólico a las doce y media del día, y así continuó a la una de la tarde la tradicional Cabalgata charra, y a ésta a las dos de la tarde inició la quema de Judas, la cual se desarrolló en los mismos lugares que el año anterior y bajo la responsabilidad de los mismos organizadores.

Concluyendo traigo a la memoria lo que hace tiempo dijo un personaje: “..., la feria de Jerez se desenvuelve al termino de la semana santa en desbordante alegría, teniendo como marco una ciudad policroma, un aroma a jardín y hermosas mujeres”.

ANECDOTAS DEL JARDIN “RAFAEL PAEZ”






El año de 1887, muchos prominentes miembros de la sociedad jerezana, sintieron seriamente afectados sus intereses, ya que el jefe político Rafael Páez comenzó a realizar las obras preparatorias para sembrar un jardín en la Plaza. Quienes vivían en derredor de la Plaza Tacuba estaban molestos pues se pretendía cambiar a los comerciantes a aquel lugar, con lo que se decía se le restaría hermosura a sus fincas, las que quedarían cubiertas por lonas y quitasoles burdos. A pesar de los obstáculos, a fines de ese año ya estaba terminado un acueducto de "cal y canto" que desde la calle de las Higueras y por el ala sur de la calle del Alamo llevara el agua para regar el jardín. De igual manera se estaban construyendo faroles para el alumbrado y sofás de hierro y madera. En tiempos de la colonia, aquí se encontraba instalado el cepo y el garrote para castigar a los maleantes. También se daban en ese lugar los sermones de cuaresma, así como la doctrina a los indios chichimecas de la recién fundada villa, porque los "grandes señores" conquistadores no se querían revolver con ellos, se optó por catequizarlos en esa explanada. Tiempo después fue utilizada como mercado; estaba rodeada de árboles, al centro había un kiosco de tosca sillería y unas bancas de cantera tipo sofás.
Don Porfirio Díaz, deseoso de conmemorar dignamente el centenario del inicio de la independencia, comenzó a hacer preparativos con bastante anticipación. Uno de sus proyectos fue mandar fundir más de un centenar de estatuas de Hidalgo y de alegorías diversas en talleres especializados, las cuales se repartirían en todos los estados del país. El Licenciado Francisco Román, ilustre tlaltenanguense, en su carácter de diputado solicitó varias estatuas, siendo contestada afirmativamente su petición llegando a Zacatecas dos de Hidalgo y cuatro ninfas (que representaban las estaciones del año).
Don Julio Soto, reconocido hortelano, cuidaba el jardín como preciada joya. Los andadores de arena eran regados contínuamente y en los prados arreglaba artísticos cerrillos en los que se combinaban espléndidamente magueyes, pedernales, piedras con formas curiosas, cactos, plantas cultivadas y preciosas flores. En 1893, aunque las condiciones económicas del municipio en sí eran malas, el Jefe Político que ya era don Pedro Cabrera, quitó el enlozado de piedra rosa para uniformar toda la amplia banqueta exterior del jardín. Tal vez las bancas que se hicieron originalmente resultaran muy endebles, pues en ese año "se reforzaron y pintaron 50 sofás de fierro colocados en el perímetro del jardín". El kiosco tampoco resultaba del agrado de los jerezanos, pues en el informe de Eugenio de Hoyo, quien fuera Jefe Político desde el 16 de septiembre de 1900 hasta el 31 de marzo de 1904, menciona que "se inició y concluyó el Jardín Grande". Una de las estatuas fue destinada a Tlaltenango, donde con mucha solemnidad fue inaugurada el 16 de septiembre de 1896. Por cierto la obra de cantería estuvo a cargo de don Damasco Muñetón. Tal monumento se encuentra en el jardín principal de dicho lugar. La otra estatua se destinó para Villa Hidalgo, pero por razones desconocidas ahora se encuentra en la ciudad de Pinos.
Las dificultades seguían, llegando a tal grado el enojo, que un día Rafael Brilanti mató el caballo del Jefe Político por disputas sobre el jardín. En los primeros meses de 1888 se emprendieron las obras con tal ímpetu, que Rafael Páez dice: "...en el centro se está construyendo un kiosco, desde marzo se le formó un octágono de 48 columnas de piedra de cantería que formó el zócalo del referido kiosco, en ese mismo mes comenzó a levantarse el pabellón de madera, fierro y zinc”. Indica luego que al jardín se le aumentaron 8 faroles y se le pusieron vidrieras a las 16 portadas del kiosco. Precisa además que para celebrar dignamente el centenario de la independencia, el 16 de septiembre se inauguraron 4 fuentes de metal de construcción extranjera, colocados en el jardín de la Plaza Principal. El jardín de aquel entonces no corresponde a la concepción que tenemos actualmente de él: alrededor del kiosco, infinidad de macetas formaban los prados: en 1889, don Victoriano Ortiz, Jefe Político sustituto, informa que fueros colocadas 310 macetas y se construyeron 2 prados. El perímetro fue enlozado, utilizándose para ello 740 lozas. Al lado oriente se colocó piedra rosada y en las otras alas, piedra negra (de metate). También se transplantaron 8 naranjos grandes y 16 chicos. Se compraron 8 linternas importadas para el kiosco, así como 108 macetas más.
Las ninfas fueron conducidas a Villanueva para su colocación en los cuatro puntos cardinales de la plaza. En los últimos días de 1896, don Pedro Cabrera, aún Jefe Político de Jerez, solicita al Ayuntamiento villa nóvense le ceda en carácter de préstamo una de las alegorías, para colocarla en el jardín mientras transcurren las fiestas de primavera.
La ninfa es prestada, y precisamente la representación de "La Primavera", misma que fue motivo de admiración durante las fiestas de 1897. El Jefe Político era ya don Manuel Llamas y se hacía de la vista gorda cuando le solicitaban la devolución de la pieza. Afortunadamente no fue necesario devolverla, puesto que en la antigua Villa de Gutiérrez del Aguila, el Cura Roberto Serrano, se había subido al púlpito con todas las facultades de su investidura y arremetió furioso en contra de las "semidesnudas e infernales creaciones que son una satánica afrenta a las buenas costumbres de la sencilla gente del pueblo, instándolos con su vista diaria a la pecaminosa concupiscencia".
Las autoridades tuvieron que quitar tan "inmorales" representaciones, ignorándose a la fecha cuál haya sido su destino. Tal vez formen parte de un jardín particular, estén olvidadas por ahí o hayan sido destruidas. "La Primavera", la cual ahora es parte esencial de Jerez, en no pocas ocasiones se salvó de sufrir idéntica suerte, amenazada por "Pías Asociaciones" que veían podredumbre e inmoralidad donde solo hay arte y belleza. Don Eugenio de Hoyo en su libro "Jerez el de López Velarde", nos da una vívida descripción del jardín a principios de siglo: "...existieron macetones alrededor del kiosco con claveles, pensamientos, alfombrillas, malvas, betulias; había también árboles frutales como naranjos agrios, manzanos, peras, chabacanos y granados, no faltaban los cedros que don Julio Soto convertía en variadas y hermosas figuras: esferas, palomas, cilindros y canastas. Se encuentra que en alguna ocasión don Pedro Cabrera envió a doña Carmen Romero Rubio de Díaz, esposa de don Porfirio Díaz, un rosal de Jardín Grande, con cinco mil flores en botón...". Durante las violentas contiendas de la revolución y el agrarismo, el jardín, lo mismo que muchos edificios públicos, sufrió la destrucción de sus prados y pisos, tocándole en la década de los veinte a Pedro, José y Jesús Juárez su conservación y remozamiento. De ellos se cita que "lograban bellísimos injertos en sus incomparables rosales”. En agosto de 1922, el ayuntamiento presidido por Evaristo Muñoz, determinó nombrar a partir del 16 de septiembre de ese año al jardín como "Rafael Páez" en memoria del preclaro jefe político que con energía comenzara la transformación de la plaza principal en un bello y elogiado jardín.
En los años treinta, en los andadores interiores se coloca un piso de ladrillo rectangular que no dura mucho. Cuando ocupa la presidencia de Jerez don Alberto Fernández, es cuando se coloca el mosaico "arabesco entrelazado de rojo y blanco que hacía juego perfectamente con la tonalidad del kiosco".
*Una anécdota muy conocida sobre el jardín es la siguiente: "...era una tarde del mes de mayo de 1945, cuando me encontraba en la mercería "La Flecha", de don Jesús Sotelo. Estaba yo ahí con el propósito de cobrar una letra de cambio; encontrábase también un señor de aspecto respetable y elegantemente vestido, agente de ventas procedente de la ciudad de México. El y don Jesús se encontraban en amena charla. Deberían ser como las siete y media de la tarde. Quedé sorprendido al escuchar al referido señor: “Me habían dicho que Jerez era una ciudad muy bonita, tranquila y sumamente limpia; tal vez, pero me estoy dando cuenta de su enorme falta de cultura. ¿Cómo es posible que las autoridades permitan que la gente tienda su ropa sobre los arbustos y plantas en lo que supongo es le jardín principal?”. Yo inmediatamente quise intervenir en la plática para aclararle a ese señor que estaba en un error, pero me di cuenta que don Jesús con ese carácter tan especial que tenía, le seguía la corriente contestándole: “Efectivamente a mí también me disgusta bastante”. Pasó el tiempo, me liquidó mi letra. Para entonces el reloj marcaba las ocho de la noche. Don Jesús empezó a cerrar su comercio y me di cuenta que invitó a su amigo para que diera una vuelta por el jardín; el agente aceptó y yo dándome cuenta de la broma me fui con ellos; ya estando allí, cual no sería la sorpresa de este señor al comprobar que lo que él veía de la tienda no era ropa tendida, sino gran variedad de rosas de Castilla enormes, de hermosos y variados colores que llenaban totalmente los rosales, casi sin permitir ver el verde de sus hojas, era un espectáculo grandioso que este señor no podía creer. Se quedó callado sin articular palabra y se concretó únicamente a mirar aquellos rosales. Una risita burlona y de gran satisfacción se dibujó en el rostro de don Jesús Sotelo...". El 15 de septiembre de 1948, en el prado que está frente a la Presidencia, con una ceremonia especial, es inaugurado el monumento a "Ramón López Velarde", y el 17 de diciembre de 1949 se termina de colocar el piso de color rojo y blanco. Una de las finalidades de la "Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material" además de organizar la Feria de Primavera, era la de velar porque el jardín, donde se realizaba este magno evento, luciera lo mejor posible. Detalle curioso es lo acontecido en 1959, cuando el Presidente Municipal Domingo Dorado ordena a don Luis Acosta (La Brillosa) pintara la barandilla del recién construido kiosco. Acosta obedece, pero como no le proporcionan pintura, utiliza los sobrantes que él tiene de los carteles que elabora para el cine. Minuciosamente pinta varilla por varilla de diferente color, quedando el kiosco como "carrusel": de muy vívidos y variados colores. En 1959 son colocadas 24 lámparas mercuriales en el jardín, lámparas que proporcionan bastante iluminación. Tradición era la de cerrar el jardín durante la cuaresma, para poder revitalizar plantas, abonar los prados, hacer las reparaciones y limpieza necesarias. Tal costumbre sólo fue interrumpida en 1995, ante la inconsciencia del munícipe en turno. Al fungir como presidente -por primera vez-, el Prof. Benito Juárez García, es cambiado el alambrado que circunda el jardín, por un enrejado artísticamente trabajado y es el que hasta la actualidad persiste. Además se le dota de sonido ambiental, con lo que es más agradable la estancia de quienes gustan visitar el jardín. Esto fue en 1979. En 1982, el Patronato de la Feria, presidido por Rafael Arguelles y el Ayuntamiento Municipal, emprenden una obra que sería bastante criticada: un remozamiento total y a fondo del jardín. Se remueve el piso de mosaico y se coloca uno de adocreto negro, tapando las acequias para darle mayor amplitud a los andadores. Las bancas de madera son cambiadas por metálicas. Inexplicablemente la misma persona que como Presidente Municipal emprendió con mucho entusiasmo la renovación, al ocupar nuevamente la presidencia, deja al jardín en el más completo de los abandonos permitiendo se utilice como pista de baile. En entrevista que don J. Jesús Félix hiciera a don Chema Pinedo, en noviembre de 1941, referente al jardín, platicó lo siguiente:
"Fue el año de 1887 cuando se efectuó la construcción y el embellecimiento de este bello jardín, por el Jefe Político de aquel entonces, C. Rafael Páez, muy querido del pueblo, por cierto. Los trazos y planos fueron hechos por el Sr. Lic. Don Fernando Sansalvador. La construcción de los prados y plantación de naranjos, rosales e infinidad de plantas, estuvo a cargo del Sr. Don Julio Soto. El ornato de madera del kiosco, lo hizo el Sr. Andrés Viur, de nacionalidad alsaciana, que dominaba perfectamente los idiomas francés, español y alemán. Ayudaron al Sr. Viur en esta obra los carpinteros y tallistas jerezanos Bibiano Trujillo y Severo Revilla. La pintura de dicho kiosco estuvo a cargo del pintor Jesús Gámez”.
En otros apuntes encontramos referencias al jardín en el primer cuarto de este siglo:
"...También desmantelaron todo el techo del kiosco y lo arreglaron y pusieron alambre alrededor de jardín, pintaron las fuentes: la que está frente al palacio municipal de colores naturales. Se veía muy bonita con su túnica azul, la cara y las manos color de la gente, la jarra y las copas doradas, y el ceñidor también dorado, pero hubo protestas porque había quedado "indecente". Esto fue en 1925. Entonces en el jardín reinaba una completa oscuridad, pues la luz eléctrica (cuando había) los pocos focos parecían naranjas sostenidas por manos invisibles, así que los diferentes grupos o "palomillas" nos identificábamos con puros silbidos, los músicos tenían su contraseña especial "Olímpica". Para hablar con la novia era aquel de "¿Dónde estás, dónde estás que no te veo?" y luego "¿por qué no vienes?" todo chiflado. Entonces únicamente se acostumbraba a regalar ramitos en las serenatas, unos primorosos ramitos de flores diminutas que vendían a dos por cinco centavos, después empezaron a traer gardenias a dos por 5 centavos; pero el ramito era como un cierto lenguaje: si se lo prendía la muchacha con lo de arriba hacia abajo, quería decir "busco novio" y su hacia arriba "tengo", si lo conservaba en la mano y contestaba con otro seña que correspondería al cariño que se le brindara..." Los prados grandes del jardín forman un trébol de cuatro hojas, mirando hacia cada punto cardinal, cuyo centro es el kiosco, mismo que es circundado por trece bancas y trece prados pequeños tras ellas. Entreverados entre los prados grandes se encuentran las fuentes, flanqueadas por 7 prados en miniatura, luego 7 bancas y después 7 prados más grandes, en los que campean los rosales perfectamente. Para bastantes generaciones de jerezanos este jardín ha sido el inolvidable marco para encontrar a su "media naranja". Tradicional era "dar la vuelta" por sus andadores y bañar con confeti y serpentinas a aquella damita motivo de nuestros sueños. ¡Cuánta felicidad encontrábamos cuando aceptaba como romántica ofrenda y entre tímidas risas una blanca gardenia! Los tiempos cambian, sin embargo, siempre volveremos al lugar predilecto de nuestras reuniones. Y disfrutamos al ver como corretean nuestros vástagos alrededor de nuestro morisco kiosco, mientras los seguimos vigilantes aposentados en alguna banca y disfrutando de unas bien tostadas semillas de calabaza.

ALGO DE GENEALOGIA DE JEREZ


Esta familia del Hoyo y Landa Proviene de la Hacienda de San Mateo de Valparaíso, Zac. Suancestros provienen de la Provincia de Santander en España, del lugar de Pamanes, de la junta de Cudeyo merindad de Trasmiera. A mediados del siglo XVIII Vivian en este lugar Don Juan Antonio del Hoyo y Vega y su Mujer Doña Maria Antonia de Villaelrriego, y procrearon a Don Juan Francisco del Hoyo y Villaelrriego que paso a esta Nueva España por los años de 1789 y se avecindo en la Hacienda de San Mateo de Valparaíso, luego contrajo Matrimonio en el año de 1794 con la Señora Doña Gregoria de Landa y Aristorena descendiente ella de los dueños de la antigua Hacienda de campo de la Purísima Concepción del Valle de Valparaíso, ahora Valparaíso, Zac. Sus ancestros se remontan a los Dozal Madriz del Siglo XVII Cuando don Juan de Dozal Madriz vecino y minero del recién descubierto Mineral de Ramos San Luis Potosí, compra en subasta publica el año de 1626 los 84 sitios que pertenecían al mayorazgo que había fundado don Diego de Ibarra uno de los fundadores de la Ciudad de Zacatecas, y la cabecera de todos estos sitios eran las haciendas de Truxillo y de Valparaíso, pasando esta propiedad a su hijo llamado también Don Juan de Dozal Madriz que caso con doña Aldonsa de Avalos Bracamonte e Híjar, Suegros del Primer conde de San Mateo de Valparaíso Don Fernando de la Campa y Cos, este matrimonio tubo tres hijos que le repartió los bienes de la siguiente manera: a su hijo Don Juan Miguel Dozal Madriz le dejo la Hacienda de Truxillo, a su hija Maria Rosalía Dozal Madriz le dejo 200 sitios con lo que su yerno el mencionado conde fundo las haciendas de San Mateo, Abrego, San Idelfonso de los corrales y Buenavista, y a la ultima llamada doña Isabel Dozal Madriz le dejo la Hacienda del Valle de Valparaíso que en sus mejores tiempos llego a tener mas de 120 sitios de ganado mayor (cada sitio es de 1755 hectáreas), Doña Isabel se caso con Don Santiago García de Rodayega y tuvieron como cinco hijos que en 1715 quedaron huérfanos de padre y madre muriendo el padre y la madre con unos meses de diferencia y en la orfandad fueron recogidos por el mencionado Conde de San Mateo de Valparaíso quien los llevo a vivir a Zacatecas a su casa donde ahora es la escuela Preparatoria numero uno de la U. A. Z. Antes Instituto de Ciencias de Zacatecas. Y les Compro la mencionada Hacienda del Valle de Valparaíso. Al crecer ellos y a la edad adulta le dieron las Gracias públicamente al Conde por haberlos criado como a sus hijos, uno de ellos fue alcalde mayor de Sombrerete llamado Don Bernardo García Rodayega y otro llamado Don José García Rodayega que fue por muchos años regidor de la ciudad de Zacatecas, contrajo matrimonio con Doña Francisca Martines Echegollana; otra hija se caso con el General Don Tomas de Aristorena y Lans llamada Doña Manuela García Rodallega, que con el tiempo llegaron a ser los dueños de la hacienda del valle de Valparaíso y tuvieron una hija expósita es decir recogieron a una niña que les fue depositada a la puerta de su casa y que se llamo doña Joaquina de Aristorena y Lans, esta niña de la que no se sabe quienes fueron sus padres fue educada en el Colegio de los Mil Ángeles Marianos o también llamado de San Miguel de los mil Ángeles Custodios de Santa Maria, y ya en edad de casarse, contrae nupcias con Don Juan José de Landa, hijo de Don Nicolás López de Landa y Mariaca y de Doña Josefa Gregoria García Rodayega, ella hija de los mencionados don José García Rodayega y Doña Francisca Martines Echegoyana, Don Juan José y Doña Joaquina tienen por hija a la mencionada Doña Gregoria de Landa que es la que se casa con el español Don Juan Francisco del Hoyo. Ella es originaria y vecina del Valle de Valparaíso, y sus dispensas matrimoniales se realizan en septiembre 15 de 1794.
En la Hacienda de San Mateo de Valparaíso, Zac.
En el año de 1805 al morir en la ciudad de México la Famosa Condesa de San Mateo de Valparaíso Doña Ana Maria de la Campa y Cos entran en poder de sus bienes sus tres nietos que son dos mujeres y un hombre, el nieto se llamo Don Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio Tercer y Ultimo Conde de San Mateo de Valparaíso, Marques del Jaral de Berrio. Entre sus bienes que heredo Don Juan Nepomuceno eran 14 Haciendas pertenecientes al Condado o mayorazgo de San Mateo y unas 18 al Marquesado o mayorazgo del Jaral de Berrio y para llevar un justo control de las haciendas como era costumbre en esta familia, dejo su cargo de Apoderado General de las Haciendas del condado de San Mateo el Señor don Joaquín Miranda y en su lugar don Juan Nepomuceno Moncada Nombra a su amigo el mencionado Don Juan Francisco del Hoyo y Villaelrriego que ya desde este año de 1805 lo encontramos como Apoderado General de Las Haciendas Pertenecientes al Mayorazgo de San Mateo de Valparaíso.
Don Juan Francisco del Hoyo y Villaelrriego por el año de 1818 como apoderado que era de las haciendas del conde de San Mateo compro las haciendas de la Encarnación y de Tenango para anexarlas al condado de san Mateo, y también tubo problemas sobre limites con otras haciendas circunvecinas como ha sucedido siempre en esta familia de los Moncada descendientes del conde de san Mateo de Valparaíso. También durante la guerra de Independencia tenia a su cargo una tropa realista que fue derrotada por un jefe insurgente cerca de la hacienda de San Antonio de Padua como la cita el historiador Elías Amador y el gobernador don Gabriel García Elías en sus memorias al decir que Hoyo tenia a su cargo esa tropa que fue derrotada por un jefe insurgente cerca de la hacienda de San Antonio de Padua. El Mando Realista lo nombro Coronel Ad Honorem. Sigue diciendo don Gabriel en sus memorias publicadas en 1874 que el español Don Juan Francisco del Hoyo mantuvo por cerca de un año 800 hombres en la frontera del Norte, que pagó á peso diario, y que al dejar el poder por el año de 1817 ó 1818 llevó solo en metálico 300,000 y pico de pesos, domiciliándose en San Miguel del Mezquital en cuyas cercanías estableció una finca con el mismo nombre de San Mateo.
Lo cierto es que todavía para 1822 lo encontramos viviendo todavía en la Hacienda de San Mateo de Valparaíso y llevando acabo algunos negocios de tierras en San Miguel del Mezquital, es probable que haya fundado tal hacienda cosa que ahora ya no existe probablemente cambio de nombre. Y en este mismo año con fecha de 20 de marzo en Fresnillo le compra la Hacienda de Víboras a Doña Maria Gertrudis de la Encina.

En la Hacienda de Víboras, Tepetongo, Zac.
Es así como los del Hoyo y Landa se trasladan a la Hacienda de Víboras, aparte de ellos también lo acompañaba un medio hermano, por que el Teniente de Coronel Don Juan Francisco del Hoyo había contraído segundas nupcias por los años de 1817 con la Señora Doña Maria de la Concepción Vázquez. Avecindados en Tepetongo y en la Hacienda de Víboras Los del Hoyo y Landa unos ya casados y otros solteros van a dejar su apellido por mas de un siglo en este lugar de Tepetongo, hasta varios años después de la Revolución Mexicana, el arraigo de esta familia en la hacienda de Víboras y de la hacienda del Cacalote es notoria en la historia del Estado de Zacatecas. Existen unos documentos relativos a la hijuela y repartición de bienes por fallecimiento de la viuda del Coronel, donde se menciona que dicho Coronel testó el 6 de noviembre de 1826 y menciona en la cláusula 18 de dicho testamento que tiene 6 hijos legítimos: A don José María, Doña Maria Ignacia, Doña María Josefa Octaviana, Don José Benito, Doña Maria Josefa Ignacia del Hoyo y Landa y Don Mariano de Jesús del Hoyo y Vázquez. Los vienes heredados a sus hijos superaba los 250,000 pesos.
En el año de 1829 cuando se decreta la expulsión de Españoles el Coronel Retirado Don Juan Francisco del Hoyo prepara su viaje a España, renuncia como Mayordomo de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Tepetongo y no se va, pero algo sucedió quizás por haberse retirado a tiempo de las milicias o por tener hijos ya casados y arraigados en este lugar y se quedo ya que en España ya no tenia ni hermanos ni padres.

El 8 de Febrero de 1832 muere en esta hacienda de Víboras el Ultramarino Coronel retirado Don Juan Francisco del Hoyo deja Siete Hijos, la menor Doña Juliana del Hoyo y Vázquez nació después de que hizo su testamento, por eso no aparece en el mencionado testamento pero si en la hijuela de repartición de bienes, y le deja a su viuda Doña Maria Concepción Vázquez bienes por 58, 871 pesos. Deja la Hacienda de Víboras con buena Capilla y excelente producción siendo esta una de las mejores Haciendas de la región y en cuanto a obras pías deja 1,500 pesos mas o menos para el ramo de enseñanza publica que al parecer se van a aplicar en la escuela de niñas del sistema Lancasteriano que se construye por el Gobernador Don Francisco García Salinas frente al Santuario de la Soledad lo que muchos le han dado el nombre de Escuela de la Torre. Deja también una casa frente a la parroquia de Jerez por el lado norte y muchos bienes mas.
Sus Hijos los del Hoyo y Landa ya mencionados se casaron con las siguientes personas: don José Maria del Hoyo y Landa nació en la hacienda de san Mateo de Valparaíso y se caso en la hacienda de Agostadero cuando era apoderado de la hacienda don Antonio García Salinas hermano de Tata Pachito, el dueño de la hacienda era el marques de Moncada y conde de San Mateo de Valparaíso don Juan Nepomuceno Moncada y Berrio, y la novia era doña Zeferina Martines de Cossio hija que fue de don Antonio Martines de Cossio y de doña Ramona Gamboa y Romero. El fue el siguiente dueño de esta hacienda de Viboras una vez que tubo que pagarle a sus hermanos su herencia paterna y a sus medios hermanos su herencia paterna 35,470 pesos y su herencia materna 23,400 pesos, a el le toco la tragedia de haberse reventado la Presa de Víboras llamada de la Santísima Trinidad el 21 de junio de 1852, llego a ser presidente municipal de Tepetongo y Mayordomo de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Tepetongo; doña Maria Ignacia del Hoyo y Landa nacida también en San Mateo se casó con su pariente don Francisco Fernández del Hoyo también nacido en el lugar de Pamanes en Santander España al igual que su suegro. Fue madrina de bautismo del que fuera gobernador del estado de Zacatecas el General Don Jesús González Ortega que nació en esta hacienda en 1822, ella paso a vivir a la hacienda de Víboras; doña Maria Josefa Octaviana del Hoyo y Landa nacida también en San mateo se casó con el Español don Marcelo Linares de Zarza, y tuvieron una hacienda de campo cerca de la hacienda de Linares o Ciénega Grande de la jurisdicción de Aguascalientes; don José Benito del Hoyo y Landa nació en la hacienda de San Mateo y fue el padrino de bautismo del general don Jesús González Ortega vivió en la hacienda de Víboras y fue mayordomo de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Tepetongo, le compro las Haciendas de campo a doña N. del Campo y Velarde viuda de don Cayetano Martines de Murgia llamadas San Juan Capistrano y San Antonio de Padua que ya en este tiempo comprendían 177 sitios de ganado Mayor, se caso con la Señora doña Dolores Ergiaga y su trágica muerte ocurrida el primero de noviembre de 1854 por los Apaches o Bárbaros del norte fue en la estancia de San Diego perteneciente a una de sus haciendas fue muy lamentada en la región, ya que le dieron muerte a el y a dos de sus hijos aparte de siete peones de sus haciendas, uno de sus hijos que sobrevivió a el ataque fue debido a que uno de los peones lo escondió debajo de una quiligua, llamado don Juan Francisco del Hoyo; y por ultimo doña Maria Josefa Ignacia del Hoyo y Landa, también nació en la hacienda de san Mateo de Valparaíso y se caso con el Español don Juan Antonio Pamanes, también al igual que sus hermanos vivieron en la hacienda de Víboras, ella murió antes de 1837 y dejo viudo a don Juan Antonio Pamanes y a tres hijos, un nieto de ella fue el Licenciado y Poeta don Manuel Pamanes y otro descendiente fue el Gobernador del estado de Zacatecas don Fernando Pamanes Escobedo fallecido a las 14 horas 35 minutos del día jueves 10 de marzo del 2005 en el Hospital Militar de la Ciudad de México. Este general de división murió a los 96 años de edad a causa de cálculos en la vesícula, gobernó de 1974 a 1980 el Estado de Zacatecas, y siempre vivió muy orgulloso de ser descendiente de los del Hoyo y Landa dueños de esta Hacienda de Víboras que en el año de 1845 lindaba por el oriente con tierras de Santa Inés de la Troje y las de la hacienda de El Cuidado, por el poniente con tierras del rancho de los muertos, Achimec y Alquestan, por el norte con las de Tepetongo y por el sur con las de lo de Nava.
La desgracia ocurrida a don José Maria de haberse reventado la presa y de pagar los daños causados aunado al ataque que sufrió don Benito de la horrible muerte ya que le fue arrancada la cabellera y la piel, no amedrento a sus hermanos y a los descendientes de ambos para continuar en esta hacienda y en Jerez trabajando y amando estas tierras que les fue heredada hasta que la Revolución Mexicana acabo con las haciendas, Otra familia compró, heredó y conservó la finca de Víboras hasta nuestros días para orgullo de los que en un tiempo fue el patrimonio de los Del Hoyo y Landa.